POEMAS DE ANA LIGIA
Aqui algunos de mis poemas escrito hace ya varios años ...
MUERO
Aquí estuve mucho tiempo
y en realidad no
sólo recuerdo lo que siento
y ya me queda poco
Poco de sombras
Poco de dolor
Muero todos los días
en que no siento
me miro al espejo,
han pasado muchos vientos
mi alma sigue virgen
ingenua
dulcemente ingenua
Pero Libre!
Amo como niña
Hoy siento que muero
¿Qué será amor por qué te marchas?
¿Qué será amor por qué no llegas?
MUERO
Aquí estuve mucho tiempo
y en realidad no
sólo recuerdo lo que siento
y ya me queda poco
Poco de sombras
Poco de dolor
Muero todos los días
en que no siento
me miro al espejo,
han pasado muchos vientos
mi alma sigue virgen
ingenua
dulcemente ingenua
Pero Libre!
Amo como niña
Hoy siento que muero
¿Qué será amor por qué te marchas?
¿Qué será amor por qué no llegas?
Sobre el Amor y otras Pasiones
I
Es de tarde,
pero en esta gris y fría ciudad
todo parece oscurecer,
pienso en ti…
Y me descubro sola,
en el silencio aterrador del abandono,
en la mísera condición de humana
con el extraño deseo:
mi sangre anhela amar
algo real con ojos divinos.
Y aquí estoy…
burlándome del pecado y del placer
inventando la oración vísperal
que elevaré para redimir
mi culpa consentida.
Pero de nada sirve mi tiempo,
porque tú no estas.
II
He de buscar un amor que no exista,
que no pueda materialmente desear:
La libertad, Dios o quizá el mismo Amor
Y anular así este fuego
que prende mi sangre
por querer tener tu boca
y tus brazos enredados en mi piel.
III
Por el afán confuso
de pedir a Dios el desamor
para no ofenderle;
me ha concedido sólo la distancia;
y misteriosamente
se ha olvidado de mi corazón,
ahora el dolor crece,
te sigo amando
Ana L. POEMAS - 2005 IV
Enamorada me llamas…
y me queda tu voz
tus ojos me desnudan
el deseo abrumador
de tenerte entre mis brazos,
de recorrer con mis labios húmedos
las pieles que me gritan que las bese
de burlarme de los cánones,
ridículas reglas,
inventadas por débiles humanos
para divinos que no existen.
Enamorada me llamas…
y arrebatarte la obsesión moral de tus instintos
es mi anhelo loco y reprimido
y arrebatarme mi neurótica represión
es tu silencioso pecado
Enamorada me llamas…
y en tu cercanía siento el calor de tu cuerpo
tu sangre que hierve
deseando lamerme los huesos,
suspirar entre mis cabellos
ahogarte en mis fluidos inocentes.
Enamorada me llamas…
y los dos sabemos lo que nuestros cuerpos
derrocharían en una noche tibia y sin prejuicios.
Enamorada me llamas…
mientras grito: hombre mío!.
Ahora callo
mañana comulgaré.
V
Un amor puro te profeso
capaz de entenderlo mis venas
y mis desacostumbrados recuerdos
Capaz de entenderlo el silencio de Dios
con su deslumbrante mañana.
Ana L. POEMAS - 2005
RECLAMO SANTO
I
No basta con gritarte palabras hirientes
para sanar las heridas de mi corazón desnudo,
no basta tener la razón.
Amarte y revolverme en el dolor,
mi hermosa y loca verdad.
II
Ahora te excusas en el tiempo
y prometes bajo la luna llena
los espacios a los que renuncias
en la oración matinal
Ahora intento olvidarte
rezando e invocando a santos
en los que no creo
y me da coraje tu mentira,
tus mascaras,
tus disfraces blancos, morados, verdes y rojos.
El tiempo de odiarte ha llegado
y en vez de marcharte te quedas aquí…
corazón cómplice de tus falsedades.
Hasta cuándo esta cruz?
Prefiero amarte!
III
Qué mas da!?
No eres santo,
sólo un simple siervo perverso,
convertido a la mentira,
ordenado en la vanidad,
profeta del dolor y del pecado.
Y yo creyendo virtud confesarte mi amor.
IV
Te describiré una danza:
tu silencio que mira con ternura azul,
quizás verde,
luego de rojo
como saltando un grito loco
estalla dentro de mi,
la sangre derramada, negra y gris,
dando giros y giros sin parar
y mis rosados dedos, van despacio,
rozando tus labios
diciéndote calla.
V
No hay nadie que me salve
Oh Jesús no escuches atento
La corona, los latigazos,
la madera pesada
Las burlas,
las espadas me recuerdan quien soy:
La vulgar mujer enamorada,
hastiada de oraciones,
de intentos de santidad
Me persigues Jesús
y te huyo
ahogándome en las lagrimas
que no puedo contener
lloro por el
y lloro por ti Oh Señor,
quien contra ti
amárrame en tu pecho
no me quites la mirada
vuelvo a ti.
AQUEL HOMBRE
Aquel hombre
El del altar de libros
Y ojos ébanos
Me ha mirado
Se ha burlado de mí descaradamente.
Me ve y me persigue
Me habla y me huye
Y soy el juego de sus ratos de ocio,
de sus fugaces escapes.
Me desnudo y no me ve
Igual que Adán antes de probar del fruto.
Qué pena grande guardará en su memoria?
Qué marcha lo habrá dejado sin piedras?
Me agrada su olor cuando se hace macho
Cuando abandona su voz de niño.
Y un día le vi el alma,
sentado en su vieja silla
ritual sacerdotal
resguardando sus tesoros,
sus ojos transformados en mar l
legaron a la orilla
y el sol evaporó todo rastro de un beso.
Ahora guardo su secreto
sin ser su amiga
Aunque se sienta en libertad y confianza
de apropiarse de mis pinturas
y las viole
imponiendo sus colores.
SIN TITULO
Acabo de partir.
Detrás de cada edificio/ suspiro/
es sólo un soplo
y pienso en ti,
ya no tengo miedo,
pero sigo sintiendo el mismo dolor.
Escucha como caen las lágrimas,
observa mi rostro humedecido
no te vayas permanece
Cuanto amor necesito para dártelo
cuantas renuncias para seguirte
no te vayas mi Señor
sólo en tí confío
ANA LIGIA
Comentarios
ATT. Juan José (Lector no critico-Cereté)
Y anular así este fuego
que prende mi sangre
por querer tener tu boca
y tus brazos enredados en mi piel.
ATT. Juan José (Lector no critico)