ANA Y SUS COSAS

PRETENDO A GAMM Tocarte pretendo como mi voz disminuida pálida, simple, pura que viene de dentro, cercana al cielo. Y así, ir acariciándote todo hasta la memoria y en la magia luminosa de un verbo borrar los recuerdos de adjetivos oscuros. Lo pretendo todo contigo mi instrumento serpentino en lejanía: la palabra que emerge de mí: bienaventurada. Ya no tengo tu olor, ya no tengo tu piel, entre los dos se han borrado colores; pero en Abril recuerdo tus ojos y con ellos el verde atardecer de mi valle sinuano En las redes del mundo te busco y como perdida en una selva de datos subsiste tu nombre azul y no me basta. Ya no te conozco, ya olvide tu peso y tu medida pero aún la historia compartida de mitos y fantasmas perturba mi inocencia y como batalla olímpica me enfrento a la diosa Marcela mientras mi espada atraviesa a Vicente. Y floreces… En la oración, perfecto momento de disputa y desierto manas resplandeciente y por un instante, en plenitud te poseo Ahora no te toco, ni siquiera puede